
Es originario del mediterráneo, pero su cultivo se ha extendido por todo el mundo.
Aunque los griegos llamaban al higo la fruta de los filósofos, es importante indicar que los higos, no son frutos, propiamente dicho, sino la pulpa de las infrutescencias.
El higo es carnoso, en forma de pera hueca, de tamaño variable y, según la variedad, pueden tener un color amarillento o rojizo. Su pulpa, de sabor agradablemente dulce, posee minúsculas semillas de color amarillo anaranjado. El higo resulta un ingrediente ideal para la elaboración de jaleas y mermeladas.
Para consumirlo, se recomienda, quitarle la piel porque contiene sustancias que pueden irritar los labios y la boca.